Ya va camino de los dos años que tengo este blog muerto, baldío, abandonado y en barbecho. En este tiempo, no os voy a mentir, tampoco me han pasado tantas cosas. Solo he encontrado un trabajo que me encanta y paso mis días entre el trabajo y el agradable ajetreo de los paseos y las conversaciones. Estoy retomando la lectura. He bajado de peso y tengo la casa aceptablemente ordenada. Ah, he vuelto a escribir.

Pero casi nada de eso te importa, si has llegado aquí probablemente estés más que al día de mi periplo vital y vengas a por lo que pienso, a por mis ideas, opiniones, a por críticas que te despierten algún tipo de deseo (como el de pegarme con una chancla mojada). Para eso he venido y para eso tengo este pequeñísimo espacio.

No te voy a hacer promesas que no sé si cumpliré. Quiero publicar con cierta periodicidad pero desconozco cuál será. Quiero escribir sobre libros, películas, series y sobre la mejor forma de hacernos felices unos a otros. Pero no sé qué criterio u orden seguiré. No sé. Iremos viendo. Vivir es improvisar con cierto orden.

Un abrazo.